PRELUDIO DE VIDA. HISTORIA REAL DE TORMENTA ELECTRICA.
Hace unos días tuve que ir a renovar unos papeles a una institución publica y siempre que visito esos lugares llevo algún libro o revista para no perder el tiempo: Pero en algunas ocasiones me gusta conversar con algunas personas que se muestren accesibles, me encanta hacerlo por que siento que de esa manera mi espíritu se enriquece para comprender mejor a las demás personas.
Pero bueno: Es ahí donde se inicia nuestra conversación después de algunas preguntas reciprocas. Rosa empezó la siguiente historia vivida por ella, corría el años 1976 yo vivía en una media isla: Yo pregunte por que lo de media isla? ella me dijo por que en verano había acceso por tierra y solo en invierno quedaban completamente aislados.
Aclarado esto prosiguió; fue un 25 de mayo como a las 8 p.m. empezó a caer una tormenta muy eléctrica y a cada momento caían rayos por doquier unos cayeron en los arboles destruyéndolos completamente y algunos impactaron en el muelle con que contaba el varadero, ya que ahí se fabricaban barcos de madera para pesca y también se reparaban los que por mucho trabajo se dañaban: yo vivía en ese lugar por que mi esposo era el encargado de la obra.
El rayo que me barrió a mi entró por la ventana rompiendo todo lo que estaba en ella pero lo curioso es que las partículas de madera y vidrio no me liquidaron, dañó solo una pequeña astilla se encuentra en mi pecho , del impacto quedé; inconsciente unos veinte minutos seguí según mi esposo y que en ese lapso que viví la segunda y maravillosa experiencia, cuando vi el relámpago en el cielo en cuestión de segundos sentí como una aspiradora me succionara por la cabeza y luego me fui como si fuera una bola de aire sobre unas gradas luminosas como la luz de la luna y en la cúspide de esas grada, estaba una enorme cruz que igualmente resplandecía y llegué al pie de esa cruz y yo, no tenía cuerpo pues pude verlo allá en la tierra quemado y sin vida.
Todo ese tiempo que estuve ahí experimenté un gozo indescriptible y paz a lo que puedo decir que mi espíritu gozó de plenitud; pues yo podía volar entre las nubes, ver, escuchar, gozar sin cuerpo era como el aire que existe pero no podemos verlo, tampoco sentía angustia por los que amaba y había dejado acá en mundo: fue algo inolvidable, algo como ciencia ficción. Al despertar tiene que enfrentarse a una dura realidad pues solo tenia vida mis manos y de mi estomago para abajo no sentía, solo sabía que estaban por que me tocaba con mis manos me afligí muchísimo y solo me fortalecía orando sin parar.
Al cabo de siete horas aproximadamente empecé a sentir dolor y ardor en las piernas, quemaduras de primero, segundo y tercer grado que tenía en mi vientre. Mi corazón saltó de alegría pues el terrible dolor era preludio de vida, el dolor fue más intenso pero así también mis movimientos poco a poco se restablecieron en ese momento le tocó su turno y solo me dijo que ella no lo tomaba como tragedia sino como una bendición, por que con ello se le cumplió un milagro que había pedido más antes. Mi reflexión es que cada ser humano tiene su forma de ver las cosas que aun de las más dolorosas y negativas hay algo que nos ayuda para templar nuestro espíritu y ser mejores cada día. Nuestro personaje que hoy nos ocupa gentilmente me dio su dirección por algún día quisiera saber más de su vida.
El Autor es una Ama de casa de
San Sebastián Salitrillo, El Salvador, Centroamérica.