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Pekín: Y su reto contra la contaminación atmosférica.

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Hace un par de días, leía en un artículo  que Pekín vive una ola de contaminación atmosférica alarmante, y que  ha superando los niveles que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esto es un verdadero problema para nuestro planeta, no es un reto únicamente de los ciudadanos Chinos, si no es un problema de todos, aun viviendo a miles de kilómetros de Pekín.

Según lo que leía, los informes provienen de las distintas estaciones de monitoreo de la ciudad, mas sin embargo el gobierno Chino no da muestras de honestidad para enfrentar el problema de sus altos niveles de contaminación, y que a esta altura son niveles altamente peligrosos.

La OMS asegura que las partículas más dañinas (PM2,5) deben mantenerse en 20 microgramos por metro cúbico, en Pekín se registran niveles mayores a los 400 durante el fin de semana.

Esto me queda un poco oscuro para mis conocimientos, sin embargo estamos hablando de un 2000% arriba del nivel recomendado por la OMS, lo cual no puede tomarse a la ligera por parte de los gobernantes Chinos.

Imágenes dramáticas del aire contaminado de Pekín.
Imágenes dramáticas del aire contaminado de Pekín.

Sin embargo tratando de entender estas partículas, podemos mencionar que las PM2,5 son pequeñas partículas contaminantes que están en el aire y están constituidas por materiales líquidos y sólidos  resultantes de la combustión de los vehículos, de gases emitidos por la atmósfera y por agentes geológicos y biológicos. Podemos decir que la combustión del carbón es el agente que mas ha dañado el aire de la ciudad.

Pese a ser partículas que no pueden visualizarse fácilmente, estas en su alto grado logran hacer que la luz disminuya  y la visibilidad a distancia sea bastante complicada, similar a una espesa niebla de invierno.

Indudablemente lo  mas impresionante es ver a los ciudadanos aventurarse a salir a una ciudad altamente contaminada con sus mascarillas, aunque estas no garanticen efectividad pero la necesidad de seguir en sus labores obliga a arriesgarse a salir de sus hogares, aun cuando los medios de comunicación aconsejan no hacerlo.

Es lamentable que nuestra necesidad de crecimiento económico implique dañar nuestro ecosistema a niveles alarmantes. Los vehículos que han sido una excelente herramienta para nuestro trabajo y en muchas veces para nuestro orgullo, nos esta pasando la factura y es momento de que las grandes potencias económicas busquen una nueva forma de generar energía blanca.

Si, nuestros gobiernos nos han llevado a este caos ecológico, olvidando lo mas necesario para nuestra supervivencia: El planeta. Pero no solo los gobiernos tienen la culpa, las necesidades, las necesidades inventadas y el capitalismo salvaje que a veces no mide el impacto ambiental de sus acciones.

También nosotros como ciudadanos tenemos obligación de cuidar nuestro medio ambiente, casos como los de Pekin, nos hacen recordar que nuestras ciudades también están dañadas ambientalmente, no hay que esperar a que tengamos mas de 20 microgramos de PM2,5 en nuestro aire, ahora podemos ayudar ,quizá sea poca nuestra ayuda, pero siempre esa pequeña ayuda el planeta te lo agradecerá.