En la actualidad, es difícil encontrar personas que busquen unirse a una empresa y visualizarse dentro de la misma para el resto de su vida laboral. La verdad es que las empresas también distan mucho de darse a querer con el empleado y peor aun, es muy difícil que las empresas proporcionen un adecuado plan de retiro del empleado.
Los tiempos han cambiado. Las empresas aparecen y desaparecen a un ritmo vertiginoso. Lo mismo ocurre con los puestos de trabajo que ofrecen. La gente ya no espera para pasar su vida laboral en la misma empresa.
Las empresas están mas preocupadas en el corto plazo, el pensamiento va enfocado a menudo en tener empleados que son vistos un poco más que simples recursos para ser contratados, despedidos y manipulados según las necesidades.
Ambas partes pagan un alto precio por esta falta de lealtad. Obviamente los trabajadores son los menos felices en el trabajo cuando sienten poca o ninguna lealtad de parte de su empleador. Parece una broma, pero el impacto a las empresas son altos.
La gente está continuamente bajo la amenaza del despido, por lo que mantienen sus hojas de vida de forma permanente en bolsas de trabajo, muy enfocados a cambiar de trabajo en cualquier momento y a corto plazo, sin más preocupación que sus mejoramiento económico.
La situación se pone mas dura, cuando en la organización de la empresa, lo elemental para todo empleado es en lo que le dará mayores frutos económicos sin importar que eso signifique dar un codazo a sus colegas para dejarlos fuera del camino, jugando a una política sucia.
Lo peor de todo es que la gente se siente devaluada y ven su trabajo como algo que no vale la pena. Esto crea tensiones emocionales y psicológicos con problemas que van más allá del lugar de trabajo y lo peor de todo es que pueden durar algún tiempo.
¿Qué se puede hacer para evitar este resultado aterrador? Bueno, habrá que aprender de los demás.
Hace un siglo, Ernest Shackleton fue uno de los exploradores más famosos de su tiempo. Él era miembro de la expedición Discovery del capitán Randolph Scott, expedición que era para la Antártida en 1901-04 y que también condujo la Expedición Nimrod a la Antártida en 1907-09, cuando él y tres compañeros mas, marcharon hacia el sur; donde ningún ser humano se había aventurado antes. Fue nombrado caballero por el rey de Inglaterra por ese esfuerzo.
Hoy, sin embargo, Shackleton es mejor conocido por una misión fallida. En enero de 1915, al tratar de ser el primero en viajar a través de la Antártida, él y sus hombres a bordo del Endurance quedaron atrapados en el hielo del Mar de Weddell y obligados a abandonar el barco ya que el hielo lo quebró como un juguete. En medio de un mar de hielo quebradizo y un turbulento clima, logro llevar a su tripulación hasta una isla remota y desierta: La Isla Elefante.
A partir de ahí, Shackleton y cinco hombres mas, se embarcaron en uno de los botes salvavidas que había halado desde el naufragio del barco, en un viaje de ochocientos kilómetros a través de una de las más tormentosas aguas del planeta, dos semanas después lograron llegar a Georgia del Sur en el Atlántico Sur.
Después de un descanso, Shackleton y dos de sus hombres subieron y subieron a través de montañas traicioneras hasta llegar a una estación ballenera, donde Shackleton adquirió un barco y navegaron de regreso a la Isla Elefante, a rescatar a sus compañeros. Los veintiocho miembros de la tripulación fueron rescatados y lograron regresar a sus casas.
Margot Morrell y Capprell Stephanie, en su libro «Shackleton Way», lista los ocho principios Shackleton aplicadas a forjar la unidad y la lealtad entre su equipo. Como líder, Shackleton se adelantó a su tiempo. Sus principios son tan importantes en el lugar de trabajo de hoy en día como lo fueron en la Antártida hace cien años:
- Tómese el tiempo para observar antes de actuar, especialmente si usted es nuevo en la escena. Todos los cambios deben estar dirigidos a mejorar. No haga cambios por el simple hecho de imponer su marca.
- Mantenga siempre la puerta abierta a los miembros de su personal, y sea generoso con la información que les brinda. Empleados bien informados, están más dispuestos y mejor preparados para ayudar.
- Establecer el orden y las obligaciones en el empleo para que todos los trabajadores sepan a qué atenerse y qué se espera de ellos. La disciplina hace que el personal sienta que estás en buenas manos.
- Divida las jerarquías tradicionales. Esto es para hacer una serie de trabajos, desde el doméstico al complejo.
- Siempre que sea posible, hacer que los empleados trabajen juntos en ciertas tareas. Fomenta la confianza, el respeto e incluso la amistad.
- Ser justo e imparciales repartiendo indemnizaciones, cargas de trabajo y castigos. Los desequilibrios hacen que todos se sientan incómodos, incluso los más desfavorecidos.
- Predicar con el ejemplo. En ocasiones habrá que ayudar con el trabajo que están haciendo otros. Te da la oportunidad de establecer un contacto directo y de alto nivel y muestra tu respeto por el trabajo.
- Tener reuniones regulares para construir un Cuerpo sólido. Estos podrían ser los almuerzos informales que permiten a los trabajadores hablar libremente fuera de la oficina. O podrían ser días de fiesta especiales o de aniversario que permiten a los empleados relacionarse entre sí como personas y no sólo como colegas.
Un fuerte liderazgo inspira lealtad fuerte.
Si usted demuestra una fuerte medida de la lealtad a su equipo, usted encontrará que la misma medida de lealtad será devuelta a usted. En estos tiempos difíciles – la lealtad inspiradora- le ayudará a obtener el máximo rendimiento de su equipo y sentar las bases para un éxito duradero.
Si quieres comentar, no dudes en hacerlo, estamos para aprender de ti también Un Abrazo muy fuerte !!!