La verdad que vivir en una casa que esta en medio de una ciudad, es complicado encontrar un espacio donde poder sembrar un árbol que le ayude a mantener un contacto con la naturaleza.
Pese a todo he decidido a armar un pequeño lugar en donde pueda sembrar en macetas todo tipo de plantas ornamentales. Mi casa cuenta con un plafón de cemento en el cual puedo organizar fácilmente unas diez macetas con plantas de jardín.
Sé que es poco y no es una re forestación pero lo importante que observo es que unos pajaritos que llegan al balcón de la casa me lo agradecerán. Estos pajaritos me han demostrado que han aprendido a sortear todos los peligros que conlleva el vivir en una ciudad. Aunque mi ciudad no es tan grande, pero si ya tiene un buen porcentaje de contaminación de buses que circulan alrededor y que poco o nada hacen por controlar sus emisiones de gases.
Mi cuarto esta en la segunda planta, donde vivo con mi esposa únicamente pero hemos aprendido a apreciar lo bello de estos pajaritos que hasta en una viga de un cuarto viejo han logrado armar un pequeño nido. Es impresionante como las «madres pajaritas» dan apoyo a sus pichones, los calientan e inclusive logro observar cuando ellas tratan de enseñarles a volar.
Se que si logro armarles un jardín pequeño, esos animalitos me lo agradecerán pero aun quedo con la idea que si pudiera sembrar un árbol, lo haré. Aunque aun no tengo fotos, mas adelante tratare de retratar a estos mis infortunados vecinos, que gran compañía me brindan.