
La anciana Cecilia Gimenez paso al estrellato de la internet, cuando por buena intención intentó restaurar el “Ecce Homo” que estaba adornando los muros del Santuario de Misericordia, en Borja, Zaragoza y el cual ha despertado muchas burlas y críticas en todo el mundo digital.
La señora Gimenez, explica con toda sencillez que únicamente buscaba retocar el cuadro y que actuaba con buena intención. Que por motivo de un viaje no logró terminar la restauración de la obra y cuando volvió del viaje ya no se le permitió seguir restaurándola, y de paso ya se encontraba en el Ojo del Huracán, o mejor dicho se encontró con un sin número de señalamientos.
La verdad que sus intenciones fueron a parar a la internet, donde se expandió su imagen restaurada, a tal grado de ser ya identificada como el “Ecce Mono”, incluso en varias fan pages de facebook , pueden observarse varias versiones de la imagen que quedó de la pintura en mención.
Bueno, el pintor de la obra desfigurada es Elias García Martinez, quien nació en 1858 y murió en 1934 y que tal vez muchos no conocíamos, ni tan siquiera sabíamos que Ecce Homo significa “este es el Hombre” o “he aquí el Hombre” en castellano, el trabajo de la Sra. Gimenez logró hacernos captar la atención del cuadro y logro también sacarnos una sonrisa y aprender un poco de dicho término latín.
Ya el rostro desfigurado de la obra paso a ser un “meme” y un objeto de burlas y risas, y ya hay muchas versiones, con el rostro colocado en otras obras artísticas. La verdad es que a muchos nos ha pasado que por querer hacer un bien, terminamos siendo odiados por los que quisiste ayudar, es importante en estos momentos, tener una buena dosis de carácter y saber levantar la cara, pues uno tiene que aprender a reconocer el error sin desvalorizarse.
Fuerza y éxitos doña Cecilia, espero siga restaurando imagenes, eso si teniendo el debido cuidado de no meter sus pinceles en piezas históricas